Richmond desde el ‘infield’ – Parte II – Por: Eduardo Bechara Navratilova
El ‘pace car’ apaga sus luces y los bólidos aceleran saliendo de la curva cuatro. Recorren el arco que forma el óvalo frente a la tribuna principal, cruzan la línea de partida ante la bandera verde agitada y el vitoreo del público. La carrera pactada a cuatrocientas vueltas se lanza con Kyle Bush en la punta. El rugido de los motores desacelerando en la curva uno resuena como un enjambre de abejas, algo característico en estas pistas cortas. Los bólidos toman la curva dos y aceleran produciendo un estruendo. Pasan apeñuscados y frenan en la curva tres, salen de la cuatro y aceleran de nuevo.
Montoya pasa al 14 de Tony Stewart y al 2 de Kurt Bush. Su hermano Kyle saca ventaja en la punta seguido por Jeff Gordón. David Reutimann tercero, Jimmie Johnson cuarto. Los pilotos aceleran y desaceleran en las curvas recorriendo la circunferencia en menos de veintidós segundos.
Montoya adelanta otros tres carros de forma sistemática, los mide durante la vuelta, les mete el carro por adentro en la entrada a la curva tres y sale de la cuatro en frente. Pasa al 47 del australiano Marcos Ambrose y sube al puesto trece en la vuelta dieciséis. El celular vibra en mi bolsillo. Es papá desde Bogotá. Contesto pero el rugido de los bólidos me imposibilita escucharlo.
Kyle sigue en la punta y le saca vuelta al 38 de David Gilliland. Montoya pasa al 31 de Jeff Burton en la vuelta veinticinco. Jamie McMurray pasa a Johnson por el quinto lugar. Gordon le recorta la ventaja a Kyle y lo empieza a medir por atrás. Montoya pierde consistencia en la vuelta treinta y nueve y Burton reclama de nuevo su puesto. El carro 87 de Joe Nemechek pasa echando chispas con su llanta delantera en el piso y la recta se llena de olor a quemado. Ondea la primera bandera amarilla.
Hay un alivio momentáneo mientras los bólidos entran a ‘pits’. La pantalla dispuesta en el centro del ‘infield’ muestra a los líderes cambiando sus neumáticos y reabasteciendo combustible. Montoya sale en el puesto diez por delante de Johnson y Mark Martin.
Llamo a papá - Veo bien a Montota -, le digo una vez se alejan los bólido tras el ‘pace car’. - Anda superando carros en una pista que no es su fuerte.
- Sus ‘pits’ le ganaron puestos, algo que se ve con poca frecuencia -, responde animado. – En Speed Channel incluso lo comentaron.
- El mismo Montoya lo admitió. Dijo que están corriendo igual de bien al ‘chase’ del año pasado, pero aún deben trabajar en mejorar las paradas en ‘pits’, algo que siempre hemos dicho.
El colombiano pasa calentando los neumáticos en su bólido rojo. Quisiera verlo ganar. Poder contarlo con la emoción de un colombiano que sabe lo difícil que es éste ambiente de ‘cowboys’ en el que Montoya decidió venir a competir. Aquí no te miran mal sino que te cierran la boca de un puño si no les gusta lo que dices. El refinamiento de la Formula Uno parece el recuerdo distante de un mundo mesurado en el que aplican reglas ejemplares. En éstas pistas peleas un puesto puerta a puerta, te empujan con el ‘bomper’ o te echan el carro encima si te pones a pelear con otro piloto. Si eso pasa, te jodiste.
El ‘pace car’ apaga las luces, se desvía por la entrada a ‘pits’ y el rugido de los motores retumba de nuevo. ¡Vamos! ¡Vamos! Digo para mis adentros. Montoya sube al noveno puesto en el reinicio. Pelea puerta a puerta con el 39 de Ryan Newman. En la vuelta cincuenta y siete lo supera por adentro. Sale bien parado de la curva dos y luce estable en pista. Martin sube al puesto doce. Johnson al trece. Karl Edwards rebasa al campeón actual una vuelta después. Montoya se acerca a Kurt Bush bajo la noche que cae sobre Virginia. Los reflectores del autódromo iluminan a los bólidos de colores que pelean posiciones liderados por Kyle Bush.
Montoya va haciendo su carrera. Anda corriendo de forma inteligente como él mismo lo admitió, tratando de no cometer errores, atacando cuando hay que atacar y siendo conservador cuando hay que serlo. Es innegable su mala suerte, pero el equipo tiene cierta culpa al hacerle perder puestos en ‘pits’ y sacarlo en lugares intermedios donde el tráfico es más congestionado. Si eso cambiara lo empezaríamos a ver adelante, peleando carreras y logrando triunfos como ocurría en la Cart.
Kyle le saca vuelta a Tony Stewart en el giro noventa. Denny Hamlin pasa a Johnson. El lugar se empieza a llenar de periodistas y aficionados que llegan del ‘infield’. En la vuelta ciento tres Montoya rebasa a Kurt Bush y sube al séptimo lugar. Hamlin pasa a Kurt en la vuelta ciento treinta. Montoya pierde rendimiento de nuevo y Newman lo supera. Martin lo amenaza por detrás y lo pasa en la vuelta ciento treinta y nueve. En la ciento cuarenta y uno Kyle entra a ‘pits en bandera verde, cediéndole el liderato a Gordon. Montoya entra, Reutimann entra. Empiezan a entrar todos.
El colombiano sale acelerando en la recta trasera, pelea la posición de forma aguerrida con Burton, le mete el carro por adentro en la curva uno, lo sostiene, sale mejor parado de la curva dos y lo rebasa. El tablero lo muestra de séptimo una vez termina el ciclo de entradas a ‘pits’. Kyle retoma la punta con una ventaja de ocho segundos sobre Gordon. Le saca vuelta a Johnson. La pantalla anuncia que sólo ocho carros siguen en la vuelta del líder.
Ondea la amarilla y los bólidos desaceleran ante las luces blancas y rojas que titilan en la entrada a la recta. Johnson pasa raudo aprovechando el “Free Pass”. Recupera la vuelta perdida y se ubica en noveno lugar. Montoya pierde un puesto en los ‘pits’ y sale de octavo.
- Perdió un puesto en los ‘pits’ -, dice papá.
- Sí, pero por lo menos fue uno sólo.
La carrera se relanza en la vuelta ciento sesenta ante el vitoreo del público. Kyle toma la punta de nuevo seguido por Gordon. Pelean por el liderato puerta a puerta pero Kyle lo defiende. Montoya pasa al 56 de Martin Truex Jr. y luego al 33 de Clint Boyer.
La tercera amarilla ondea en la vuelta ciento setenta por suciedad en la pista. Los punteros entran a ‘pits’. Papá llama de nuevo. - Creo que Montoya va haciendo una linda carrera -, le alcanzo a escuchar ante el escándalo de los bólidos con vuelta perdida que se acercan tras el ‘pace car’.
- ¿Ves la diferencia que hay cuando los ‘pits’ le ganan puestos o por lo menos lo sacan en la misma posición en la que entro?
- No te escucho nada -, le alcanzo a oír sobre el barullo.
Newman sale de primero tras cambiar sólo dos llantas. La carrera se relanza y Kyle lo pasa para retomar el liderato. Burton pasa a Gordon por el segundo lugar. Montoya supera a Johnson por adentro. En la vuelta ciento setenta y siete sobrepasa a Newman y sube al cuarto lugar detrás de Burton. La pantalla lo muestra intentando atacar por el tercer lugar. Estos son los momentos que pagan la boleta, si lograra una victoria podríamos darnos el gusto de decir que vimos correr a uno de los automovilistas más versátiles de toda la historia.
Se estabiliza en el cuarto puesto detrás de Gordon. Kyle llega a mitad de carrera en la vuelta doscientos. Luce imbatible. Montoya está rápido. Corre al ritmo de Kyle, quien le saca vuelta a Stewart. Burton lo desafía por el liderato en la vuelta doscientos veinticinco. Montoya luce muy fuerte hasta que el 29 de Kevin Harvick lo pasa, confirmando que el colombiano pierde rendimiento cuando los neumáticos se empiezan a desgastar. Burton le mete el carro a Kyle por adentro en la curva tres y pasa al liderato en la vuelta doscientos cincuenta. Boyer pasa a Montoya por adentro arrebatándole el sexto. Gordon a Kyle por el segundo.
Un afro-americano con tapa-oídos amarillos y gorra negra se para a mi lado. Una estrella dorada en el centro con las palabras “Bronze Star” bordadas en hilo amarillo. - ¿Puedo tomarte una foto? -, le pregunto. Asienta con sonrisa de bigote canoso y mirada tranquila. Lo retrato con su camiseta negra de veterano de Vietnam, insignias de medallas militares estampadas en el pecho.
Kyle, Boyer, Montoya, Johnson y Hamlin, se agrupan corriendo muy pegados el uno junto al otro. Hamlin pasa a Montoya por el séptimo. Los bólidos empiezan a entrar de nuevo en verde en la vuelta doscientos sesenta y dos. Gordon, Johnson, Kenseth, Burton, Montoya, Bush, Harvick, Reutimann.
Gordon recupera la punta. Montoya sale adelante de Hamlin, luce más rápido y mejor parado. El tablero lo muestra séptimo. Se ve incisivo en las curvas, adelanta coleros con arrojo y se pone a la cola de Boyer. En la doscientos noventa y cuatro sube al sexto. Kyle supera a Johnson recuperando el cuatro lugar. Montoya se acerca al ‘bomper’ del campeón actual. Le mete la punta de su bólido al final de la recta trasera. Johnson defiende la posición durante una vuelta. Montoya insiste de nuevo. Corren puerta a puerta por una vuelta y en la trescientos uno el colombiano se impone. Asciende al quinto puesto. Hamlin pasa a Boyer. Gordon le saca vuelta a McMurray. Montoya a Mark Martin. Kahne raspa el muro pero no ondea la amarilla.
A medida en que la carrera entra en su etapa final se va poniendo más interesante. Resultaría increíble pensar que se acabe sin ninguna otra amarilla. De ser así estarían a una sola parada por combustible y cambio de neumáticos en bandera verde.
- ¿Para quién escribes? -, me grita al oído un hombre al verme haciendo anotaciones.
- El Tiempo, en Colombia -, respondo sobre el rugido de los bólidos.
Saca una cámara digital de su bolsillo y me muestra una foto de Montoya hablando con un reportero en alguna carrera pasada. - Yo voy por él, mi esposa es de Puerto Rico -, dice sonriendo con su bigote canoso. Ojos azules tras sus lentes de marco gris. Le tomo una foto retratando su chaleco de ‘Speed Channel’ sobre una camiseta negra con el rostro de Bob Marley. Le doy mi cámara y poso para la foto. Me retrata frente a la recta con papeles y esfero en mano. El bólido azul de Truex Jr. pasando como un fantasma frente a la tribuna de fondo.
Montoya se le acerca a Kyle por el cuarto. Lo mide en la vuelta trescientos cuarenta y dos. Kyle defiende la posición. El colombiano le mete el carro por adentro en la vuelta trescientos cuarenta y seis y completa la pasada. Dos vueltas después le toma vuelta a McMurray.
La suerte se parece un poco al destino. Uno la puede ayudar en una mayor o menor medida. Es cierto que el azar define situaciones que se salen de nuestras manos. Todo lo demás está a nuestro alcance. El que lucha por sus metas las termina alcanzando. El que permanece estático ve al mundo entero girar a su alrededor. Culpa al universo de sus frustraciones. Si tan sólo entendiera que también puede moverse hacia delante. Es sólo quererlo; dar el primer paso.
Un hombre de camiseta sin mangas le muestra el dedo anular a Kyle, Harvick y Earnhardt Jr., cada vez que pasan por la recta. Habla con otro hombre, manotea, suelta una cuerda que separa al lugar de un área en la que yace un helicóptero con las aspas quietas. Vuelve a mostrarles el dedo a los pilotos cuando los bólidos pasan.
Gordon le saca 4.7 segundos a Burton. Montoya sigue de cuarto a 12 segundos de Gordon. Kahne y Logano tienen un contacto y se van de medio lado. Controlan los bólidos. Hamlin entra a ‘pits’ en la vuelta trescientos sesenta y tres. Gordon, Harvick, Montoya y Burton lo siguen.
Gordon sale aún en el liderato, seguido por Harvick, Kyle y Montoya justo detrás. Elliott Sadler se va contra el muro y una humareda se levanta frente a la tribuna central. Pasa echando chispas en la recta y se queda varado en la entrada a ‘pits’. Papá me llama.
- ¿Cuál es tu pronóstico? -, pregunta.
- Creo que los líderes van a entrar a ‘pits’. Espero que Montoya no pierda puestos -, digo con los ojos en la pantalla. – Aunque eso sería un milagro.
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